Guías de Las Coloradas anuncian hacerse justicia
*Empresa concesionaria se niega a dialogar con el representante de CATEM, argumentando haber firmado contrato con la CROC que ni siquiera estuvo atenta desde el inicio del conflicto
MERIDA, Yucatán, 5 de abril de 2023.- Después de tres semanas de negarles realizar sus trabajos, los 72 guías afectados en la comunidad y puerto de Las Coloradas, anuncian hacer justicia con sus propias manos ante los malos tratos de la empresa salinera.
Aunque en varias ocasiones el secretario general de CATEM, José Manuel Peniche Marenco y varios miembros de la cooperativa de guías que se encuentran afectados, han intentado acordar y dialogar con la empresa Roche, esta ha decidido que no habrán acuerdos ni diálogo.

Los afectados cansados de los malos tratos, manifiestan que ya están hartos de que sean “títeres “ de la empresa, siempre desplazados. La salinera ha abusado de su poder e influencias con el gobierno, lo que les ha permitido decidir sobre el pueblo sin importarles el bienestar de las familias de Las Coloradas.
Por su parte Catem Yucatán dio inicio al trámite de la demanda de titularidad para poder llegar a lo que la ley marca, que es el recuento y así definir si CATEM o CROC se quedan con el contrato, ya que hasta el momento a base de mentiras, engaños y un listado de nombres que ya no están de acuerdo, la CROC sigue diciendo que tienen la mayoría.
Cabe señalar que el conflicto inició hace casi un mes, cuando los guías de turistas denunciaron a través de redes sociales las injusticias, discriminación y malos tratos con que eran tratados por la empresa que detenta la concesión de la salinera, debido a que donde se encuentra la explotación de sal, forma parte de la reserva de Ría Lagartos, lugar donde también anidan los flamencos.
Debido a este atractivo y las charlas coloradas, miles de turistas fueron atraídos a nivel mundial, incluidos los visitantes nacionales, quienes demandaban estar en el ese emblemático y paradisiaco lugar, lo que motivó que la empresa, muy a regañadiente, fuera conformando de manera gradual el acceso a las instalaciones, precio cobro modesto al principio.
Sin embargo, cuando los Roche se percataron que tenía otra «mina» o «veta» con la llegada de cientos y miles de visitantes, la ambición fue tomando forma y los precios por los recorridos fueron aumentando, pero sin siquiera acordarse que quienes hacía el trabajo, eran las personas, lugareños la mayoría de ellos, que guiaban a los turistas, pero pagándoles una miseria, a pesar que ellos cada vez se hinchaban de dinero extra, no sólo por la sal, sino ahora por el turismo flamenquero.
Pasaron varios años sin que los Roche, en justicia laboral, le aumentaran el pago a los guías, hasta que hace unas semanas, un grupo decidió denunciar los abusos de los voraces empresarios, exigiendo un aumento en la cuota y otras prestaciones, y aunque al principio nadie les hacía caso, cuando salieron a relucir diversos «intereses laborales» gremiales, de inmediato otro grupo intentó arrebatar la bandera de la causa, haciendo el ofrecimiento de aglutinarlos a sus filas, cuando ellos ya estaban siendo atendidos por una Confederación.